El Canto del RuiseñorEl Canto del Ruiseñor En el jardín donde el sol despierta, un colibrí danza entre luces y flores, su vuelo es un susurro que la vida alerta, como un canto ligero que trae nuevos amores.

Madrid España:

En la penumbra suave del alba naciente,
surge un eco puro, un susurro divino,
bajo el velo estrellado, el canto presente
del ruiseñor vuela, un himno tan fino.

Entre ramas verdes, su voz se despliega,
destello de vida en la brisa pasiva,
cada nota despliega la esencia que llega,
el susurro amoroso que el alma avivaba.

Oh, melodía dulce que embriaga los sentidos,
como río de sueños en un mundo en calma,
tus versos etéreos, con ecos perdidos,
son la luz de las flores, la paz de mi alma.

En el silencio suave del bosque encantado,
tus trinos son cuentos que el viento revive,
de amores perdidos y abrazos soñados,
en un bosque mágico donde el tiempo no vive.

Los amantes se detienen, sus manos entrelazadas,
con cada nota que brota, se rinden a la unión,
el ruiseñor canta sus penas calladas,
mientras sus corazones laten en sintonía y pasión.

A medida que la luna abraza las sombras,
y el rocío se asienta en el lecho de hojas,
el ruiseñor entona en las noches asombros,
una sinfonía eterna que nunca se agota.

En la noche infinita, su canto perdura,
un eco sereno que invita a soñar,
el ruiseñor, guardián de la noche oscura,
con su canto de amor, nos enseña a amar.
ATT: WENDY SANTIAGO

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